lunes, 19 de febrero de 2007

Barylko, J."El volcán y la lava"

Para querernos mejor hemos de aprender a no confundir ideas con realidades, conceptos con conductas. Procuremos que las ideas broten de la realidad, y no al revés. Al revés no funciona o funciona mal.
Fíjate, la gran confusión es la del concepto del amor que suele traducirse por la realidad que es el enamoramiento. Amor es vida cotidiana, enamoramiento es momentaneidad encendida.Es como confundir el calor con el incendio. El incendio, que es el enamoramiento, estalla, envuelve, y es el éxtasis, el estar totalmente fuera de sí en la ceguera del que deja de verlo todo para vibrar en la totalidad del encuentro.
Vivir todos los días se lo dificultoso. Cómo festejar el cumpleaños, cómo llorar los terribles accidentes, cómo agasajar al amigo que vino del extranjero, y cómo viajar con los nenes a Disneyworld, eso sabemos. El problema es el resto del tiempo, los demás vulgares días del año. Pareciera que sobran, o que en ellos sobramos nosotros.
Nos educaron para vivir los grandes momentos, y de los otros momentos no nos contaron nada. Tendremos que aprender solos, no hay más alternativa. Y aprender con urgencia. Empecemos por lo que sabemos, los grandes momentos. El enamoramiento, por ejemplo. Enamorarse tiene buena literatura. Inagotables bibliotecas y pinacotecas y videotecas podrían consultarse sobre el tema.
Cuando la gente dice "amor" y parece desfallecer,no es amor lo que siente sino "enamoramiento". si aprendiésemos a usar correctamente los términos, aunque te parezca mentira, nuestras relaciones mejorarían profundamente. ... Las conductas nos ligan, las palabras suelen alejarnos, porque nunca sabemos qué hay detrás de ellas.
El amor es la vida cotidiana, el agua que corre cuando abres el grifo. Natural. Sólo la herida de su ausencia te hace ver la felicidad nunca vista y ponderada de su presencia. Hay que perder para tomar conciencia de lo que se tenía...
El enamoramiento es la situación excepcional, la eclosión del Eros, el "no sé qué" que se alcanza por ventura. Entusiasmo, palabra que en griego significa estar poseído por un dios. ¡Eso es lo que la gente quiere! ¡Caviar! ¡La maravilla! ¡El cielo!
Y quiere bien la gente. Pero no está dispuesta a vislumbrar que eso es querer la cordillera, y a tal efecto hay que escalar, escalar y esperar, y temblar de frío, y transpirar y ejercitarse, y pasar por muchas largas y espaciosas llanuras.

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